Título original: Fifty Shades Freed
Autora: E.L. James
Editorial: Grijalbo
Páginas: 656
Precio: 17,90€
SINOPSIS: Cuando
la inexperta estudiante Anastasia Steele conoció al joven, seductor y exitoso
empresario Christian Grey, nació entre ellos una sensual relación que cambió
sus vidas para siempre. Sin embargo, desconcertada y llevada al límite por las
peculiares prácticas eróticas de Christian, la joven lucha por conseguir un
mayor compromiso por parte de Grey. Y Christian accede con tal de no perderla. Ahora,
Ana y Christian lo tienen todo: amor, pasión, intimidad, bienestar y un mundo
de infinitas posibilidades. Pero cuando parece que la fuerza de su relación
puede superar cualquier obstáculo, la fatalidad, el rencor y el destino se
conjuran para hacer realidad los peores temores de Ana.
Tras
dos entregas, Christian y Ana se han casado y tienen una luna de miel de ensueño
por Europa. Ambos viven en una burbuja de felicidad al estar los dos solos, por
lo que les cuesta mucho volver a la monótona rutina. Ana es ahora la jefa de la
editorial, algo posible gracias a que Christian es el dueño y también al
despido de Jack por intentar abusar de ella. Christian demuestra cada día que
está enamorado de Ana, pero hay ciertos momentos en los que surge su instinto
de dominante y le reprocha el hacer cosas sin que él lo sepa. Las cosas parecen
no ir bien, pero ese no es el problema, pues Ana descubre una información que
puede arruinar su relación con Christian.
Ana
y Christian sufren un gran cambio en 50 Sombras liberadas. Los dos
comienzan a ser un matrimonio, lo que implica que ciertos aspectos del otro
deban ser tolerados, o no. Pero sobre todo se descubre mucho más amor. Y esto
es lo que ocurre entre los dos protagonistas. A largo de toda la novela se
puede percibir que ya no son Ana y Christian, sino que ahora son El Señor y La Señora Grey.
Esto no quiere decir que todo sea de color de rosas, pues hay momentos en los
que la pareja discute y sacan a relucir sus antiguas personalidades: la del dominante
y la sumisa rebelde.
Muchos
de los personajes secundarios han tenido bastante protagonismo en la novela, lo
que ya era hora. Por fin descubrimos hacia dónde va la relación entre Kavanagh y
Elliot, algo que tiene un bonito resultado. También podemos descubrir qué es lo
que ocurrió con Layla, la ex sumisa de Christian.
Pero
el personaje secundario más importante, y con diferencia, es Jack, el ex jefe
de Ana. El aspecto que transmite la autora al lector sobre él es la de un
hombre acabado, que lo ha perdido todo y que no le tiembla el pulso a la hora
de trazar un plan para vengarse de los Grey. En concreto, de Christian y Ana.
La
estructura que sigue la novela es predecible hasta cierto punto. Los
acontecimientos que van transcurriendo son bastante normales, pero hasta mitad
de la novela comienzan a pasar cosas que no me esperaba para nada. El cierre de
la novela me parece acorde en cuanto a la trama y al género que presenta, por
lo que estoy contento del final.
Como
expliqué en las reseñas de las dos anteriores entregas, E.L. James continúa teniendo problemas en cuanto al estilo de
escritura. Espero que si esta mujer vuelve a escribir otra novela que tenga
este aspecto más que pulido porque todavía me duelen los ojos.
Las
escenas eróticas son el punto fuerte de la novela (obviamente). Pero ahora
tienen mucha más importancia porque en ellas ya no descubrimos a un Christian
que se deja llevar por su lado sadomasoquista, sino que ahora se nos presenta
un Christian cargado de amor hacia su esposa. ¡Y es muy tierno!
Gracias
a los giros argumentales que van apareciendo en 50 Sombras liberadas por
fin podemos descubrir al completo el trágico pasado de Christian Grey. Una vez leída
sentí mucha pena por este personaje y por fin pude comprender la razón de toda
esa dominación sobre todo lo que le rodea. El resto de giros argumentales me
parecieron un poco flojos porque E.L.
James intenta captar la atención del lector pero los giros son muy simples,
por lo me sentí un poco defraudado. El giro que da al cierre al final de la
trama fue el único que captó y me atrapó hasta el final de sus páginas.
50
Sombras liberadas pone fin a una trilogía
que tiene sus más y sus menos. Como ya dije, vale la pena leerla por descubrir
a unos personajes muy especiales. El estilo de vida que presenta es algo innovador
(aunque ya existía dentro de la literatura, pero estaba desapercibida), por lo
que vale la pena sumergirse en sus páginas. Christian y Ana son y serán un
icono dentro de este género literario.
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