Autora: Catherine Roberts
Editorial: Wiki Ediciones
Número de Páginas: 316
SINOPSIS: Siglo XIX. Amy
escapa de Londres el día antes de su boda concertada, que la hubiese llevado a
un destino muy cómodo, pero con un hombre al que detesta. El viaje hacia su
libertad no será fácil. Vivirá lo mejor y lo peor del París bohemio, poblado de
actrices, cabarets, moda y atrevidos pintores impresionistas. El misterioso
vecino de la buhardilla la introducirá en un mundo que ella nunca pudo
imaginar. ¿Has soñado alguna vez con ser
libre y escapar?

Catherine nos vuelve a
sorprender con una historia que llega al corazón gracias a sus personajes muy
bien trazados. El ambiente de esta novela histórico-erótica es sublime y narra
con mucho detalle.
Pero vamos por partes.
Amy es una chica que forma
parte de la aristocracia inglesa. Desde pequeña ha sentido que su familia no
era como tal, pues su madre murió cuando ella era pequeña y su padre se casó
con otra mujer a la que solo le interesan las apariencias de cara a su vida
social. A un día de celebrar su boda concertada con Johan, Amy tiene un
arrebato de pasión y se fuga con Kieran O’ Connell, un mozo que trabaja en las
cocinas de su hogar, y se marchan a
París, concretamente al barrio de Montmartre. Allí, la protagonista conocerá a
muchas personas que serán clave para que pueda sobrevivir. Y lo más importante,
para conocer el verdadero amor.
Amy es la protagonista de Una buhardilla en París y al comienzo de la trama podemos ver su
manera de ser: una muchacha que se deja llevar por la pasión y el afán de vivir
su propia vida como si fuera una aventura. A medida que avanza la historia, va cambiando su manera de pensar, pues empieza a relacionarse con personas
cultas (lo que le hace ver que el mundo es muy amplio) y también con gente del
proletariado (dándose cuenta de la gran diferencia que hay en la sociedad de
clases). Lo bonito de este personaje es que, a pesar de todo, no pierde su afán
de vivir como ella quiere, dejando de lado las reglas sociales que rigen la
Francia del siglo XIX.
Otro personaje principal es
Pierre Renoir, un pintor que habita en la buhardilla de edifico donde vive Amy.
Pierre es un muchacho que rebosa atractivo por los cuatro costados, al igual
que sus dotes para pintar, siguiendo un estilo que rompe con las normas de la
escuela de Bellas Artes. Pierre rompe todos los esquemas de Amy, mostrándole
cómo es el verdadero París que tanto admira por su novela preferida Nuestra señora de París, de Victor Hugo.
Pero lo que más destaca de este personaje es su manera de ver la vida,
influenciado por el estilo de vida tan liberal que posee. Cuando se encuentra
con Amy, vemos que Pierre es un chico que, a pesar de haber yacido con varias
damas (casi todas sus musas), es muy enamoradizo, y Amy es quien le roba el
corazón.
Entre los personajes
secundarios encontramos a Kieran O’ Connell, un mozo que trabaja en las cocinas
de la mansión de Amy. Ambos se dejan llevar por la pasión y se fugan a París,
donde él consigue un trabajo con aprendiz de pastelero. He de decir que al
principio me gustó mucho porque se veía que era un chico con buen fondo, pero a
medida que avanza la trama y cambia su comportamiento llegué a odiarlo por no
ser sincero desde el principio con Amy. Luego, suceden una serie de hechos que
hacen que este personaje quede en un segundo plano.
Blanche, Lonx y sus hijos
son muy importantes en la trama. Desde el principio son un gran apoyo para la
protagonista, creando lazos imposibles de romper. Esta familia, junto con todo
lo que les rodea, son un fiel reflejo del proletariado de aquella época, que
solo tenían el objetivo de tener dinero para comer y poco más, dejando de lado
temas como la educación porque pueden permitírselo.
Como antagonistas tenemos
a Johan y Bárbara. Johan es el prometido con el que Amy tenía que casarse, y
Bárbara es la prometida de Hans, el hermano mayor de la protagonista. Ambos son
cortados por el mismo patrón porque se alían para encontrar a Amy y así Johan
recuperar la dignidad que le ha sido robada y Bárbara para conseguir toda la
herencia de los Hampton. Los dos son muy odiados a lo largo de toda la novela y
es imposible excusar las razones de sus comportamientos, aunque ellos lo ven
justo y moral.
Una buhardilla en París
está formada por capítulos narrados en tercera persona, siguiendo a Amy, aunque
también hay algunos que cuentan cómo transcurre la historia desde Londres. Un
aspecto importante de la novela son los escenarios que aparecen, todos lugares
importantes de Francia (y que aparecen en el mapa que viene en la solapa del
libro para corroborarlo).
Una de las cosas que
caracterizan a Catherine Roberts son sus escenas eróticas. Con esta novela me
ha sorprendido porque hay alguna que otra técnica sexual francesa, lo que deja
patente que la autora se ha informado para hacer la historia más realista. Otro
aspecto importante es el trabajo de investigación que ha hecho con el objetivo
de atrapar al lector en el ambiente de la Francia del siglo XIX, algo que ha
conseguido.
La prosa de Catherine es
sublime y muy cuidada, hace que todo sea perfecto y esté bien narrado. El
lenguaje que utiliza no es para nada farragoso y consigue que la lectura sea
rápida, además de que la trama está muy bien estructurada. Pero tengo que decir
que eché en falta un poco más de vocablo francés porque las palabras que
aparecen son las frecuentes (mademoiselle,
Monsieur,
milady).
Tras leer el libro pensé
en el mensaje que intenta transmitir a través del personaje principal. Esta
novela es un claro ejemplo del feminismo con mayúsculas. Hace unas semanas fue
el día de la Mujer y pensé en libros que apoyasen el feminismo. Claro está que
encontré muchos, pero Una buhardilla en París pasa a formar parte de la lista
porque destaca la importancia de que todas las mujeres del mundo son libres
para hacer lo que quieran, rompiendo arcaicas normas de todo tipo como es el
labrarse un futuro académico o decidir de quién enamorarse.
Una buhardilla en París
debe estar en vuestras manos porque es tiene tres cosas que la hacen perfecta: amor,
sorprendentes escenas eróticas y un ambiente espectacular. Catherine vuelve a
crear una novela increíble que hace sino demostrar su maestría con las
palabras. ¡Estoy deseando leer su siguiente novela!
Mil gracias por tu preciosa y extensa reseña. Me alegra haberte llegado al corazón
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